Masonería e Inquisición

Nuestro protagonista, Juan Van Halen, fue uno de los oficiales que recibió a Fernando VII el Deseado, de su regreso de Valençay en Francia, tras la Guerra de Independencia en 1814. Pero lo que comenzó con alegría, rápidamente se convirtió en desdicha. 
 

Pronto vió la verdadera cara de la moneda. Fernando VII ha sido calificado como el peor rey de España. Tras leer el Manifiesto de los Persas promulgó el Decreto de Valencia -4 de mayo-, primer golpe de estado de la España contemporánea. “No tardó ni un día” en eliminar la labor de las Cortes de Cádiz anulando la Constitución de 1812. Prometió palabras que se acabaron llevando el viento y traicionó a un país que lo había recibido con los brazos abiertos. 

En 1815 Juan Van Halen fue destinado a Jaén y para su sorpresa se encontró a un oficial en su casa, con la noticia de que debía ser arrestado. De ese modo, el día 8 de diciembre a las seis de la tarde ya se encontraba entre rejas. Permaneció nueve días bajo un estado de incertidumbre hasta que finalmente se aclaró su destino, sería escoltado hasta un castillo situado en la costa de Málaga. Van Halen estaba seguro de que iba a ser fusilado en esa misma capilla en la que había sido encerrado. Pero, gracias a la intervención del conde del Montijo, su vida fue salvada.

 

En 1816, cuando se encontraba en Granada, se inició en la masonería. Quería llegar hasta Murcia ya que deseaba crear logias En Murcia en 1817 fue delatado, arrestado y llevado a las cárceles de la Inquisición. 
 

Finalmente, en 1818, con ayuda externa, consiguió escaparse de las prisiones del Santo Oficio, escondiéndose durante meses en Madrid hasta que encontró la oportunidad de irse a través de las fronteras francesas y llegar hasta Reino Unido.

Cada vez las cosas eran más complicadas para nuestro héroe favorito, como podrás ver, pero sin embargo este desde luego no es su final. ¿De verdad te quieres quedar con las ganas de saber qué sigue? 

Fotografía: Conde de Montijo, ayudó a Van Halen a escapar en Málaga.